GALLARDÓN SE QUEDA FUERA

Mucha gente, seguramente el sector de votantes más indeciso de cara a las próximas elecciones, tenía esperanzas por ver a un tipo como Alberto Ruiz Gallardón, en las listas del PP.

El perfil de Gallardón, siendo el de un político de peso, un tipo tremendamente exitoso, ambicioso, de una derecha económica dura, pero a su vez, tolerante y escrupulosamente educado, no encaja ahora mismo (y temo que tampoco en el futuro) en un PP donde importa más atacar al contrario (se tengan o no motivos) que ofrecer algo a los votantes, que a fin de cuentas es de lo que se trata, de hacer política para los ciudadanos, no para forofos.

Una lástima que al quedar fuera se diluya en el aire la última esperanza de tener una derecha moderada, serena y dialéctica (que no discutona o insultante) en nuestro país. Antes que él fueron otros, menos ambiciosos, eso sí, como el gran Manuel Pimentel, uno de los pocos políticos que anteponía sus principios a sus siglas en el PP, y que cuando vio que sus ideales no tenían cabida en un PP más reaccionario, decidió marcharse y seguir por libre apostando por sus ideas de compromiso social sin renunciar por ello a un perfil también liberal.

Espermos en cualquier caso que la campaña calme los ánimos y los reproches en ambas filas, y que, aunque sea de forma ingenua, se haga borrón y cuenta nueva a partir de Marzo y consigamos una nueva legislatura centrada en las ideas y no el espíritu hooligan que resulta siempre tan bochornoso.